lunes, 15 de febrero de 2010

El Frustrado


Las luciérnagas de la noche no lograron convencerlo de que ya era hora de dormir. Las amapolas matutinas lo reventaron de dolor a la hora del desayuno. El aire incondicional de la orilla del mar sublimó un momento su quebranto. El ocaso infinito desparramó un destello que no logró conmoverlo. Las gaviotas saturadas de tanta emoción lo envolvieron en cantos lujosos…

Pero aunque infinitas veces mamá lo llamo, él no despertó.

3 comentarios:

  1. Que riko leer tan bellas palabras...debo confesar que gracias a ud hoy el escribir se ha vuelto una de mis mas grandes pasiones... donde cada palabra que sale de mi lapiz se transforma en un acorde y asi con un simple poema voy componiendo mi cancion...

    GRAXIAS!!!

    PD: No siga este link por favor... no kiero desilucionar a mas gente...

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  2. Sofía,
    Esperaba leerte con ansias!!!
    Puedo seguir con la espera??
    Karina

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  3. Con esa ventana inocente me siento espectadora de un cuento que no terminará.

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